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Reseña de IT

Mucho tiempo ha pasado desde que escribí la última de las reseñas de alguna película. Definitivamente con cada año que pasa, el tiempo se vuelve más limitado.

Sin embargo este no es el espacio para vaciar los problemas existenciales de este servidor, sino todo lo contrario: es para dar cuenta de todo lo que hace que el tiempo sea algo más que eso que transcurre en el trabajo, en la academia o en cualquier otro ámbito mientras la vida se nos va. Me refiero a los hobbies y para el caso que me ocupa, los hobbies frikis.

¿Qué mejor manera de regresar a la elaboración de reseñas que haciéndolo con una obra creada a partir de la mente lovecraftiana del maestro Stephen King?

Probablemente esta sea una de las películas que más expectativas ha generado en los últimos 2 o 3 años; ya sea por la cuadrilla de fans del escritor deL estado de Maine que saben que en “Eso” encuentran una de sus obras cumbre, o por las miles de personas que aseguran haber quedado marcadas (por no decir traumatizadas) a partir de la adaptación en formato de serie televisiva que fue traída a nuestro país a principios de los años 90 y que fue protagonizada por el infravalorado Tim Curry.

En cualquiera de ambos casos, esta película se hizo esperar con muchas ideas de por medio, incluso con críticas previas a su estreno en donde el eje central de la discusión fue la imagen del payaso Pennywise: “que si daba miedo”, “que si no”, “que si se parece al del libro”, “que es una caracterización muy independiente”; temas que por supuesto son muy debatibles y que se prestan para otro post, pero de los que personalmente puedo concluir en que este nuevo Pennywise contiene más elementos literarios  que el personaje de Curry. 

Hay que leer línea por línea.

Fiel a una de mis políticas personales respecto de las películas que espero ver pero que son bastantes mediáticas, me alejé por completo de los trailers y de las críticas. De los primeros por la mala costumbre de exhibir la mitad de las películas en un espacio de 3 o 4 minutos (una pésima jugada por parte de las casas distribuidoras); y de las segundas porque este tipo de filmes levantan ámpula entre los nostálgicos, los fanboys de TV y algunos lectores radicales.

Además no pretendo hacer una comparativa entre el libro y la película porque eso sería extenuante y cada quien tiene la posibilidad de tomar las líneas de King para comenzar a leerlas y así formar su criterio personal al respecto. 

Vayamos entonces a la película.

Debo decir que a pesar del temor que generaba en mí el hecho de que se desarrollase en los años 80’s y no en los 50’s tal como la novela lo señala, logré pasar por alto dicha variación dado que está muy bien lograda sin que esto influya de forma sustancial en el desarrollo de los personajes tal como la historia escrita lo narra. 

Considero que ayudó bastante el hecho de que a pesar de ser una historia contada en los 80’s, no se abusó de las referencias ‘pop’ de la época para buscar empatía con el público, tal como lo hace Stranger Things; pues allá está bien, aquí no es necesario y eso es muy importante. 

No puedo evitar recordar ‘Stranger Things’ cuando pienso en esta película, y es que la pandilla o el ‘Club de Los Perdedores’ son los verdaderos protagonistas de la historia. Son los niños los que se constituyen como los verdaderos pilares del filme. Cada uno de ellos tiene una personalidad muy determinada que saben explotar en empleo de las técnicas histriónicas que dominan, a diferencia de los chicos la serie de los 90’s que hacen interpretaciones muy medianas pero muy entendibles o justificadas por el contexto en el cuál fue llevada a cabo dicha presentación.

Partiendo de las personalidades de cada uno de los niños, resulta que cuando se juntan todos en escena para el desarrollo de alguna acción de forma colectiva, son muy brillantes, trasladando con mucha justicia la camaradería que te contagian los personajes del maestro King en sus páginas; como aquella que se ve magistralmente plasmada en otra historia del autor llamada “El cuerpo” y que fue llevada al cine con la excelente película “Cuenta conmigo” (joya).

Hay que decirlo como es, en “Eso” el protagonista no es Pennywise, no es Derry mismo, es y siempre ha sido El Club de los Perdedores con todas y cada una de sus motivaciones, desde Bill hasta Richie, de Ben a Beverly y de Eddie a Stan o Mike. Son ellos los verdaderos guías de esta historia y en esta adaptación brillan con luz propia. Mención especial a Finn Wolfhard quien interpreta a Richie Tozier, se nota que es quien más experiencia tiene en la actuación.

Vamos ahora con el ‘Payaso Bailarín’. 

Sin darle tantas vueltas, me gustó y esto se debe a múltiples razones: la primera de ellas es la frescura que le impregna a un personaje que no podía ser imaginado en mucho tiempo de una forma diferente a la que le dio vida Tim Curry; la segunda razón tiene que ver con la oscuridad que le brinda a la luz que emana del ‘Club de los Perdedores’; la tercer razón tiene que ver con rasgos estéticos que le son fieles a la novela, desde el notable cambio en el color de los ojos de azul a amarillo y viceversa, hasta los zapatos y la ambivalencia de carácter que el personaje tiene y demuestra a lo largo de la película. 

Naturalmente la tecnología y el dinero invertido en la cinta hacen que el despliegue de acciones y habilidades de esta maligna entidad sean muy bien logrados en la historia, haciéndonos saber que él tiene el poder y no dudará en usarlo de cualquier forma y en cualquier momento.

La modulación de la voz de Bill Skarsgard en la interpretación de Pennywise es un elemento que lo hace muy interesante en su actuación. Los movimientos que realiza (algunos un tanto sobre actuados) terminan de poner ese toque de particularidad en el personaje, mismos que harán que no se quede en la mediocridad o en la oscuridad del olvido. No me involucraré en el debate sobre si el Pennywise de Curry en los 90’s es mejor que este, pues considero que son épocas y recursos diferentes para cada uno. He disfrutado a ambos pero debo decir que este último es más espectacular.

La historia transcurre de forma adecuada a pesar de lo lineal que pareciera resultar y se pierde el efecto ‘flashback’ de la miniserie de los 90’s. 

El desarrollo de los entornos de cada personaje hace que se vuelva interesante el querer adentrarse en su historia. Los encuentros que tienen con “Eso” los marcan y las escenas son muy buenas, algunas de ellas un tanto perturbadoras. Naturalmente la libertad del director permite que su adaptación contenga escenas diferentes a las que se mostraron hace más de 20 años, por ejemplo, se cambió la escena de la aparición de Pennywise frente a los niños en el álbum de fotografías, por la aparición del payaso ahora en la reproducción fotográfica de un proyector; algo muy ‘ad hoc’ a la época en que se lleva a cabo la historia.

Otro de los villanos que pienso que a pesar de hacer muy buen papel, merecía más cuadro porque se ve que hay mucho potencial, es Henry Bowers, pero a pesar de ello cumple con su cuota de bullying y en algún momento de enfermedad y obsesión.

En el apartado técnico debo reconocer que así como hay escenas impresionantes, existen otras donde el CGI si queda a deber y mucho. La fotografía de la película, es buena, a veces muy notable y en otras ocasiones simplemente aceptable. El sonido es muy bueno, aunque debo confesar que después de ver Dunkerke, considero que el trabajo de edición de sonido le ha dejado una vara altísima a todos los directores cinematográficos.

Pero bueno, yo no soy cineasta, solo soy un consumidor con gusto por las películas.

Quiero finalizar haciendo énfasis en una palabra que he usado más de una vez en esta reseña, me refiero a “adaptación”. 

Y es que eso es este trabajo, la adaptación de un libro que se antojaba casi imposible hace 10 años, pues estamos hablando de una novela de 1500 páginas que por sí solas ya son complicadas de leer, imaginen el trasladarlas a escenas de una cinta de 2 o 3 horas.

Las adaptaciones son eso y van de la mano con la interpretación que el director hace de la obra en la que se basa, por ello es que cada interpretación trae consigo una percepción muy subjetiva de la realidad que el intérprete asume como adecuada. Para mi gusto esta adaptación está muy bien lograda a pesar de las obvias carencias que tiene y de la privación de escenas que por su crudeza y temática jamás serán llevadas al cine, al menos no en el comercial.

¡Ojo! Esta no una adaptación de la entrañable entrega en formato de serie televisiva de los 90’s, es una adaptación directa del libro y por tanto lo más adecuado es criticarla a la luz del papel y líneas de King.

Habrá quien diga que faltaron elementos muy recordables de la miniserie y el libro como la aparición de monstruos clásicos (hombre lobo, el monstruo de Frankenstein, el monstruo de la laguna), pero debemos recordar que esta película es realizada en 2017 y ambientada en los 80’s, por ello es que es entendible que los miedos de los niños entre época y época varíen. Habrá quien se queje por la ausencia de la falta de la escena de la regadera, pero sepan qu dicha escena no está ni siquiera en el libro, en su momento fue una libertad creativa.

Estoy completamente de acuerdo con los recuerdos que hay sobre aquella versión noventera, porque yo también guardo muy buenas experiencias de aquella época, sin embargo, siendo honesto debo reconocer que la vi de nuevamente hace poco y me di cuenta que lo que nos ata a esa versión es la nostalgia de la época en que la vimos, porque ni esta versión es tan mala como muchos la pintan ni esa de Tim Curry es tan buena como nosotros la hemos mitificado.

Por supuesto, la respuesta a la pregunta de cajón de ¿y sí da miedo? es muy difícil de dar, pues si aún mantienen la inocencia de los años 90 y si su sistema de creencias así como su capacidad de asombro se mantienen intactos, seguramente sentirán escalofríos. De lo contrario, intenten vr la película como niños o saldrán muy decepcionados. Ya habrá una segunda parte donde esperemos que los miedos sean más ‘adultos’ para darle gusto a todos los ‘forever braves’.

CALIFICACIÓN: 8/10

NOTA: 

Por favor no vayan a verla con el chip que se pondrían si se preparan para ver Anabelle o el Exorcista por ejemplo. Debo comentar que más que de terror, esta historia, tal como el libro lo hace, narra una fantasía oscura que encuentra justificación en el propio universo de la Torre Oscura y sus entidades cósmicas (muy a la Lovecraft), la máxima y épica obra de Stephen King.